A casi todos nos gusta viajar y cada vez es la forma más común en los países ricos de gozar de las vacaciones. Millones de viajeros se desplazan cada año a otras regiones, del propio país o del extranjero, lo que supone una considerable entrada de divisas en los países eminentemente turísticos. ¿Por qué viajamos? ¿Es un modo de relajarnos? ¿De ampliar horizontes? ¿Queremos descubrirnos a nosotros mismos? ¿Aprender sobre arte, religión, cultura, gastronomía… de otros países? Nadie va a negar los beneficios que tiene todo ello. Además, viajar también proporciona un buen caché y, cada vez más, queremos ser “viajeros” y no turistas (al viajero se le considera más intrépido y al turista a una oveja más que sigue el rebaño). Eso sí, lo que descubrimos tiene que ser lo suficientemente diferente para sentir que estamos fuera de casa pero lo suficientemente familiar para sentirnos cómodos. Pero podría añadir: ¿nos preocupa la repercusión que pueda haber en un país por el turismo a nivel político, medioambiental y, claro también, económico? ¿Qué pasaría si los países pobres -que son a su vez los llamados exóticos- dejaran de serlo y se encarecieran? ¿Dejaríamos de visitarlos?
Dejando de lado todas las preguntas que me hago siempre el respecto, decidí hacer un blog: Me encanta hablar sobre viajes, compartir experiencias con la gente y dar pequeños consejos que yo hubiera agradecido saber antes de partir. Porque, sea cual sea la razón por la que viajamos, queremos volver cargados de buenas anécdotas, sentir que hemos aprovechado el tiempo y que no hemos tirado el dinero. Por eso quisiera hablar de algunos sitios en los que he estado y responder a algunas preguntas: ¿Qué visito con el tiempo que tengo? ¿Dónde duermo? ¿Dónde como? ¿Contrato a una agencia o voy por libre?
Hay que tener en cuenta, por eso, que cada uno recibe una impresión diferente de un nuevo lugar, en un mismo grupo cada uno concluye cosas totalmente distintas, el mismo lugar que para mi fue maravilloso puede parecerle a otro un horror, pues un viaje es muy subjetivo, por lo tanto mi blog también lo es.
Y, por supuesto, ¡espero vuestras aportaciones!
¿Tienes dudas? ¡Consúltame!
